Hay días que no quiero mirar alrededor, y este pequeño mundo que hay en mi interior choca con todos, a nadie conforma, nada me importa lo que otros piensen. Al día siguiente, recojo en mil pedazos. Esta pequeña mente ya no quiere ir al trabajo. Detesto verme como uno más, solo intentando y nada puedo lograr, haciendo cosas que a nadie importarán. Aunque te sientas sola, a mi no me importa.
Si puedo zafar del mundo real seré un militante de la utopía
Algunas veces no es grato ser bueno. Ser bueno puede llegar a ser algo horrible. Y te lo digo sabiendo que quizá te parezca una afirmación muy contradictoria. Qué quiere Dios? El bien o que uno elija el camino del bien? Quizás el hombre que elige el mal es, en cierto modo, mejor que aquel a quien se le impone el bien.
viernes, 3 de diciembre de 2010
No importa
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