Hoy empiezan otra vez con el preconcepto al mando, lo que ves no es lo que es. Te quieren condicionar, desde chica te enseñan que lo tenés que aceptar. Sexo débil yo no soy, sumisa tampoco no, descartable envase no, esclava de un marido. Mujer tonta y superficial sin derecho a protestar, sometida a la novela, una presa de su hogar. Por eso ni Dios, ni amo, ni marido, ni cura, Iglesia, ni vestido.
Si puedo zafar del mundo real seré un militante de la utopía
Algunas veces no es grato ser bueno. Ser bueno puede llegar a ser algo horrible. Y te lo digo sabiendo que quizá te parezca una afirmación muy contradictoria. Qué quiere Dios? El bien o que uno elija el camino del bien? Quizás el hombre que elige el mal es, en cierto modo, mejor que aquel a quien se le impone el bien.
lunes, 6 de diciembre de 2010
Escobas y cacerolas
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