Idea fija qe se apodera del espíritu independiente de la voluntad, y a la cual se vuelve sin cesar.
Jamás comprederías el grado de obsesión qe tengo por vos. Es tanto qe me ahoga. Y es estúpido, porqe no debería sentirme así, porqe debería alegrarme cuando te tengo, en lugar de pensar cuanto falta pra qe te vayas.
Y no pretendo, por nada del mundo, qe te sientas como yo, no qisiera tampoco qe me vieras en ese estado tan asqeroso. Y es estúpido, porqe sé qe en el fondo, vos tenés la misma obsesión qe yo. Sólo qe la mía es demasiado insana y enfermiza, no es más qe lágrimas y un grito ahogado de rabia, impotencia, tristeza y...obsesión.
Nunca pensé qe viviría en carne propia algo como lo qe siento ahora.
Da esperanza y da miedo. Es constante y ansiosa. Es infinita y única. Tiene nombre y apellido. Es inexplicable.
Y no me qeda más qe esperar. A qe me calme o a qe vengas. Y es difícil no sentirte lejos cuando te veo siempre, porqe no me alcanza. Es esa obsesión de saber todo lo qe pensas, con quién estás, dónde, por qé, cuándo, hasta cuándo. Ya no es saber si estás bien, es qerer estar con vos, es desearte tanto qe busco cualqier distracción.
Es tan horrible ver qe te vas, y ese miedo de qe no vuelvas jamás se apodera de mi otra vez y encuentro consuelo en el llanto. Y encuentro consuelo en la nada. Y no encuentro consuelo nunca.
Pareciera qe tu obsesión es típica de un enamoramiento, algo dulce, llega a ser tierno. Lo mío, va más allá. Lo mío sale de los límites de la cordura humana. Se sale de mí.
Y sé qe con esto sólo logro espantarte más, aunqe vos digas qe no. Pero el día qe no esté, me vas a entender mejor. No pretendo qe lo leas.
No me abandones. No me olvides.
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